El diálogo interno negativo no es prueba de que haya algo «malo» en nosotros que deba corregirse. Es una característica del ser humano.
3º El que culpa: te critica por las malas acciones de tu pasado y tu vida acuerdo con los estándares establecidos por su familia, comunidad o cultura.
La reestructuración cognitiva implica analizar y desafiar los pensamientos negativos con evidencia que los contradiga.
Muchos de nosotros nos hemos vuelto expertos en evitar emociones desagradables. Esto se debe a que estamos distraídos de nuestras vidas ocupadas o simplemente no podemos hacer frente y manejar lo que podemos descubrir. El primer paso hacia la autocompasión es tomar conciencia de nuestro mundo interior: lo que nos provoca sentimientos de ira, asco o vergüenza; cómo reaccionamos instintivamente a estas emociones; el contenido (y el timbre emocional) de nuestro diálogo interno y cualquier bloqueo o resistencia que encontremos.
La autoafirmación juega un papel essential en el proceso de silenciar la voz crítica interna. Al practicar la autoafirmación, nos recordamos nuestras cualidades y logros, lo que ayuda a contrarrestar los mensajes negativos que nos decimos.
Por último, recuerda que si estás atravesando una etapa en la que todos estos pensamientos te causan mucha ansiedad y notas que no puedes controlarlos, no dudes en buscar apoyo profesional.
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En lugar de encontrar formas fugaces de sentirse mejor, la autocompasión es una forma de lidiar con experiencias dolorosas, sentimientos aterradores o recuerdos de traumas pasados. En lugar de evitar las emociones dolorosas o tratar de reprimirlas, la autocompasión nos enseña a lidiar con lo que nos hace sufrir.
Ahora que nuestro psicóbrand te ha dado varios consejos profesionales, desde Laboratorios Niam también queremos aportar nuestro granito de arena.
En la travesía de la vida, es común encontrarse con pensamientos negativos que nos atrapan en un ciclo sin fin de preocupación y ansiedad.
En el momento en que comenzamos a pensar en cosas negativas, tratamos de expulsar inmediatamente estos pensamientos. No obstante, erradicar los malos pensamientos no es tan fácil como parece, e incluso es una estrategia que puede ser contraproducente.
Al intentar evitarlos se lleva a cabo un esfuerzo mental que de manera paradójica hace que ese pensamiento aparezca en más ocasiones.
«El trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo: el agua es turbia al principio, pero luego se clarifica».
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